25 de noviembre de 2024

Energía solar residencial, una alternativa para la transición energética.

La transición energética va más allá de no depender de los combustibles fósiles. La energía solar residencial es una de las alternativas para hacer frente al cambio climático. ¿Cómo avanza Colombia?

Energías alternativas para la transición

Además de enfocarse en el cambio de la explotación y dependencia de nuestros fósiles (gas, carbón, petróleo), la transición energética debe incluir la adaptación de nuestras ciudades y edificios para aprovechar las fuentes alternativas de energía, entre ellas la energía solar, la cual abunda en Colombia, especialmente en la Costa Caribe.

La producción residencial de energía solar de baja escala ha sido una estrategia exitosa en varias ciudades del mundo (Barcelona, Melbourne, Singapur, Rio de Janeiro, Addis Ababa), donde ha probado ser una fuente confiable de energía asequible para poblaciones que no tienen acceso al recurso.

Esta estrategia también ha sido confiable en ciudades de países desarrollados donde la energía solar residencial es un importante porcentaje de la mezcla energética del país, es decir, las distintas fuentes de energía –hidroeléctrica, gas, carbón, solar, eólica, nuclear, etc.– que tiene un país para suministrar la electricidad que necesita su población.

En el caso de Colombia, esta mezcla energética en 2022 es: Hidroeléctrica (80%), Térmica (Gas-Carbón) (18%), solar (0,5%), eólica (0,07%) y biomasa (1%) del total de la energía suministrada al sistema eléctrico del país (UPME, 2022).

Este muy bajo porcentaje de energías alternativas –solar, eólica, biomasa– debe aumentarse aceleradamente en los próximos 5-10 años si el país quiere cumplir con sus metas de adopción de energía alternativas y decarbonization de su economía, tal como lo prometió en el Acuerdo de Paris en 2015 y en los COP de los últimos años.

El programa del gobierno

El programa de piloto de energía residencial del actual gobierno está orientado a apoyar esta transición con proyectos de baja escala que puedan ser muestra de que el sistema funciona y que puede ser una fuente confiable de energía sostenible.

El programa llamado “A4 Solar” es desarrollado por la empresa Triple A, prestadora de energía en la Costa Caribe.  Está desarrollado en 3 etapas:

  • primero, una instalación piloto en una vivienda de Barranquilla para probar el funcionamiento del sistema;
  • segundo, la instalación del sistema de paneles solares en 50 viviendas de Barranquilla que cumplan con los requisitos para su instalación,
  • y finalmente expansión del programa a 3500 viviendas en Barranquilla.

Un sistema de energía solar funciona con paneles solares fotovoltaicos que captan la radiación solar y la convierten en corriente eléctrica continua (DC), que a su vez debe ser transformada por un inversor en corriente alterna (AC) y que es la que usamos en nuestros hogares.

«La instalación de estos sistemas de energía solar residencial no reducirá a cero el costo de la factura eléctrica, pero sí disminuirá su valor. Además reducirá el impacto ambiental del consumo eléctrico, especialmente en la Costa Caribe donde en su mayoría viene de fuentes térmicas»

Esta electricidad puede ser usada directamente en nuestra vivienda, ser almacenada en baterías para ser usada después o puede ser vendida al sistema eléctrico si tenemos excedentes, generando ingresos extra a la vivienda.

La energía solar también puede aprovecharse de forma pasiva, es decir, sin la generación de electricidad, pero aprovechando la radiación solar para calentar, por ejemplo, el agua. Un método probado en varias partes del país, como en la Ciudadela el Tunal en Bogotá que fue construida en los años 80s y en donde la mayoría de los conjuntos tienen calentadores solares de agua instalados sus techos, un sistema que es mucho más económico que el sistema fotovoltaico.

El potencial instalado en cada una de las viviendas no está especificado en los documentos del programa. Sin embargo, una instalación típica de 6 m2 de paneles solares por hogar en Barranquilla proporcionaría aproximadamente el 20-30% de la energía eléctrica promedio requerido por la vivienda.

Motivo por el cual, el sistema no está planteado para reemplazar del todo el suministro eléctrico de las viviendas, sino para ser un complemento en su demanda energética.  También se debe tener en cuenta el consumo típico promedio de una vivienda en Barranquilla, dentro del cual el aire acondicionado consume la mayor parte de la energía (45%) La instalación de estos sistemas de energía solar residencial no reducirá a cero el costo de la factura eléctrica, pero sí disminuirá su valor.  Además reducirá el impacto ambiental del consumo eléctrico, especialmente en la Costa Caribe donde en su mayoría viene de fuentes térmicas y demanda un suministro más alto de electricidad que en otras partes del país.

El costo de instalación del sistema está planteado a través de créditos de bajos intereses. El pago del sistema puede lograrse de manera rápida y por ende se rebajaría aproximadamente en un 30 % el costo de la factura para cada hogar.

La instalación de estos sistemas de energía solar residencial no reducirá a cero el costo de la factura eléctrica, pero sí disminuirá su valor.  Además reducirá el impacto ambiental del consumo eléctrico, especialmente en la Costa Caribe donde en su mayoría viene de fuentes térmicas –gas, carbón, petróleo–, lo cual incrementa los Gases de Efecto Invernadero (GEI) culpables del calentamiento global y el cambio climático.

Un cambio de paradigma   

Al comparar este tipo de sistemas de energía solar de baja escala con los parques solares –grandes instalaciones de energía solar de más de 1000 paneles solares–, vemos que la producción y gastos de instalación es más eficiente en un parque solar. Las instalaciones solares residenciales necesitan la instalación de todo el sistema en cada casa (paneles, cableado, inversor, batería, medidor), mientras que en los parques solares los paneles van conectados a inversores y baterías más grandes, lo cual hace que el sistema sea más eficiente en términos de producción de energía.

Sin embargo, la ventaja de los paneles solares residenciales es que la producción de energía se traslada al usuario, quien deja de ser un simple consumidor de energía y se vuelve un productor.

Este cambio de paradigma es muy importante porque puede acelerar la adopción masiva de este tipo de sistemas, no solo en viviendas, sino en todo tipo de edificios (centros comerciales, equipamientos, oficinas, fabricas, etc.). De esta manera, la capacidad instalada en las ciudades aumenta y el costo de la energía y la emisión de GEI disminuye significativamente, mitigando los efectos del cambio climático en zonas de alta vulnerabilidad como las costas marítimas y fluviales como lo es Barranquilla.

«El éxito de este tipo de iniciativas depende de la forma como se promueva la adopción de estas tecnologías en nuestras ciudades»

Para poder apoyar de manera más activa esta transición energética también deben tenerse en consideración otras fuentes de producción de energía alternativa, como la generación de energía a través de residuos sólidos orgánicos mediante plantas de Residuos-a-Energía (Waste to Energy).

Estas plantas funcionan mediante un proceso llamado pirólisis que quema los residuos orgánicos de manera controlada y produce electricidad limpia, pues estos gases antes de ser emitidos a la atmósfera se limpian a través de una serie de filtros industriales.

Este método ha sido probado y utilizado desde hace varias décadas en muchas ciudades del mundo, en países desarrollados y en países en desarrollo. Recientemente en la ciudad de Addis Abeba en Etiopía se construyó la primera planta de conversión de residuos sólidos orgánicos en energía eléctrica sostenible.

Finalmente, el éxito de este tipo de iniciativas depende de la forma como se promueva la adopción de estas tecnologías en nuestras ciudades: la regulación de parámetros de sostenibilidad energética de edificaciones, que ya son aplicados en varios países del mundo; la promoción a través de incentivos de instalación del sistema (rebajas y créditos blandos) y descuentos tributarios a las empresas que adopten este tipo de sistemas de energía solar en sus proyectos.

De esta manera se aceleraría la transición de nuestras ciudades a ciudades de bajo carbono, es decir, ciudades que manejen de manera más eficiente su consumo energético y disminuyen de manera drástica sus emisiones de GEI.

Fuente: https://razonpublica.com/energia-solar-residencial-una-alternativa-la-transicion-energetica/