La energía renovable empezó poco a poco, pero hoy en día empieza a ser la fuente principal de energía y sustento para muchas comunidades en todo el mundo. Siendo ya una fuente de energía sostenible en móviles y todo tipo de dispositivos, el gran objetivo apunta a las ciudades. Enormes campos de molinos para la eólica, desiertos cubiertos por kilómetros de paneles solares… son elementos que poco a poco ya asumimos como propios del ecosistema, y que nos ayudan a generar una energía más limpia, natural e infinita.
Sin embargo, estamos todavía lejos de que la energía renovable sea el estándar, y es en parte por la forma que tenemos de transportar esa energía. Ante esta problemática, en Bélgica han aprobado la edificación la Isla Princesa Elisabeth, la primera isla de energía artificial del planeta. Su objetivo será canalizar toda esa energía renovable creada por los campos eólicos marinos (que se construirán en el futuro) de vuelta a tierra, actuando como un nexo que conectará eléctricamente zonas de Bélgica, Reino Unido y Dinamarca. La isla se situará aproximadamente a unos 45 kilómetros de la costa belga, y sus obras tienen pensado arrancar el próximo año.
Un nexo entre la energía limpia y nuestra casa
El proyecto ha obtenido la licencia recientemente. Su construcción correrá a cargo de una empresa conjunta entre DEME y Jan De Nul, y Elia (una empresa gigantesca que opera con sistemas de transmisión eléctrica) será la encargada de las conexiones eléctricas a tierra firme. El gobierno belga está involucrado en la construcción de la isla, y ha anunciado que ofrecerá una subvención de aproximadamente 100 millones de euros para el proyecto.
Cuando la conectemos con otros países, la isla Princess Elisabeth se convertirá en el primer centro de energía en alta mar. Este proyecto consolida la posición de Elia Group como una empresa que está a la vanguardia de la tecnología, necesaria para la transición energética
Son palabras del CEO de Elia Group, Chris Peeters, en un comunicado donde adelanta los planes que tiene la compañía de cara a hacer una conexión segura y rápida con los campos eólicos. Se calcula que su edificación terminará al filo de 2026, pero los planes de Elia van mucho más allá de las costas del Mar del Norte. La empresa cree que con la construcción de islas similares a estas podría conectar todo el continente en menos de una década.