Utilizaría sistemas solares y baterías ya instalados, que se conectarían y controlarían de forma remota, para producir 17 megavatios.
La Junta de Gobierno de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) seleccionó a la compañía estadounidense Sunrun para el desarrollo de la primera planta de energía virtual (VPP, en inglés) en Puerto Rico, un proyecto que, según sus proponentes, contribuiría a reducir tanto los apagones como la factura de luz.
Una VPP es un conjunto de sistemas solares y baterías de resguardo que se conectan y son controlados de forma remota mediante “software” y redes de comunicaciones digitales. En este caso, unos 7,000 hogares con sistemas ya instalados conformarían la VPP, que también sería la primera en el Caribe y Latinoamérica.
Tendría una capacidad de generación de 17 megavatios, lo que “daría para (energizar) bastantes hogares”, dijo a El Nuevo Día el presidente de la Junta de Gobierno de la AEE, Fernando Gil Enseñat.
“Para que tengas una idea, Plaza Las Américas usa 5 megavatios, así que esta planta podría prender tres centros comerciales igual de grandes. En Puerto Rico, el consumo general de las casas se estima en 500 kilovatios, por lo que la planta daría para (energizar) bastantes hogares, pero no toda la generación”, indicó.
“Es un proyecto piloto, que nos dará las métricas sobre cómo puede funcionar mejor. Luego que se dé la modernización de la red (con los fondos federales aprobados tras el paso del huracán María en 2017), se podrán integrar más componentes como este”, agregó.
¿Cómo funcionaría?
Gil Enseñat destacó que Sunrun tiene presencia en Puerto Rico “hace varios años” como financiador y operador de sistemas solares y baterías, por lo que los 7,000 hogares que conformarían la VPP saldrían de su red de clientes.
Con estos abonados, la compañía llegaría a acuerdos para “hacer descargas de unidades selectas”, es decir, inyectar generación al sistema para usarla en horas pico (alta demanda) o “cuando lo disponga” el Centro de Control Energético, que es operado por LUMA Energy. Los clientes recibirían una compensación económica y podrían cancelar su participación en cualquier momento durante los 10 años de vida del proyecto.
Explicó que, a diferencia del actual programa de medición neta, en el que los clientes “aportan a la red según lo que vaya sobrándoles o la capacidad que haya para absorber energía”, con la VPP habría “un compromiso de despacho”, o sea, que no sería discrecional.
Para que el despacho se haga rápida y adecuadamente, Sunrun tendría que instalar “unos sistemas” (sensores, programas de “software”, etc.), además de hacer estudios sobre qué áreas albergan la mayor cantidad de hogares con paneles solares y baterías. De acuerdo con Gil Enseñat, lo preferible es que las 7,000 casas del proyecto piloto estén en una misma zona o cerca y “que sean áreas donde los puntos de conexión estén fuertes”.
La negociación continúa
Aunque la Junta de Gobierno de la AEE seleccionó a Sunrun, el 26 de octubre, el ente rector de la corporación pública y la compañía siguen “en negociaciones” con miras a la firma de un acuerdo de compra y operación de energía (PPOA, en inglés), informó Gil Enseñat.
Al momento, las conversaciones se centran en el costo del kilovatio-hora (kWh). Gil Enseñat no adelantó una cifra, pero aseguró que será “bien atractivo” y “comparable” al de las fincas fotovoltaicas existentes. La Ley 17 de 2019, que obliga a un 100% de generación con fuentes renovables en 2050, fijó como aspiración una tarifa eléctrica de 20 centavos por kWh, pero el costo actual es de 27.59.
El PPOA también deberá ser aprobado por el Negociado de Energía de Puerto Rico y la Junta de Supervisión Fiscal.
“Espero que, para el primer trimestre del año que viene, ya esté todo finiquitado en cuanto a autorizaciones. Los ajustes y arreglos posteriores tardarían, más o menos, un año, tras lo cual se integrarían los clientes y la planta virtual estaría en operación”, estimó.
“Ayudaría a bajar el costo”
Según Gil Enseñat, además del “incentivo (económico) extra” para los clientes y que se generaría energía “más limpia”, la VPP “ayudaría a bajar el costo” de la factura de luz porque LUMA, como operador del Centro de Control Energético, está obligado a despachar la producción más barata primero.
“Eso es lo que se establece en el orden de preferencia”, dijo, al contar que, como parte del llamado primer “tranche” de proyectos de energía renovable, la AEE recibió tres propuestas de plantas virtuales y, finalmente, se escogió la de Sunrun “porque ofrecía los mejores números de descargas y precios, además de ser una compañía de prestigio”.
Sunrun, con sede en San Francisco, California, indicó –en un comunicado– que la VPP contribuiría “a un futuro energético más limpio”, al tiempo que brindaría “importantes beneficios”, como la estabilización de la red local, mitigando “el riesgo de apagones” y reduciendo la contaminación atmosférica proveniente de unidades que queman combustibles fósiles.
“Los puertorriqueños están listos para dar el paso a soluciones confiables e independientes de energía limpia, que aumentarán su sensación de seguridad en sus propios hogares”, dijo la principal oficial ejecutiva de Sunrun, Mary Powell.