Los paneles solares aprovechan una fuente de energía ilimitada que no contamina, pero las nubes y la noche hacen que el suministro de energía no sea continuo. Ahora, un grupo de investigadores ha presentado un prototipo en la revista Joule que podría contribuir a solucionar ese problema: se trata de un barato disposivo que aprovecha el calor que el suelo radia por la noche para generar electricidad. Por el momento, han demostrado que es capaz de hacer brillar un LED.
«Este dispositivo puede generar electricidad de noche, cuando las células solares no funcionan», ha dicho en un comunicado Aaswath Raman, investigador en la Universidad de California en Los Ángeles (EEUU) y primer autor del estudio. «Además de la iluminación, creemos que esta podría ser una aproximación para generar energía en lugares remotos, y en cualquier lugar donde haga falta obtener electricidad durante la noche».
El dispositivo desarrollado por Raman, junto a científicos de la Universidad de Stanford, genera electricidad a partir de variaciones de temperatura. En concreto, se aprovecha del enfriamiento radiativo, por el cual una superficie expuesta al cielo transfiere su calor a la atmósfera durante la noche, a través de radiación térmica. Este fenómeno hace que dicha superficie expuesta llegue a enfriarse más que el aire de alrededor, lo que explica la formación de escarcha, y que desde ahora puede emplearse para generar electricidad.
El dispositivo está compuesto por una carcasa de poliestireno recubierto de plástico (PET o tereftalato de polietileno) aluminizado, que actúa como aislante térmico. El conjunto se protege con una cubierta de plástico transparente a la radiación infrarroja y se coloca sobre una mesa a un metro del nivel del suelo.
En la parte inferior, cuenta con un radiador de aluminio que capta el calor del aire circundante y que libera al cielo nocturno a través de una placa de aluminio pintado de negro. Al conectarle un módulo termoeléctrico, los investigadores consiguen iluminar un LED, llegando a un rendimiento de 25 miliwatios por metro cuadrado.
Según los autores del estudio, el dispositivo puede ser aumentado de tamaño con facilidad para su uso práctico e incluso ser fabricado a partir de tecnología barata ya existente («off the shelf»). Aunque de momento se puede producir poca electricidad, consideran que se puede aumentar 20 veces su potencia modificándolo y usándolo en un clima más cálido y seco.
«Creemos que esta es una tecnología complementaria a la solar», ha dicho Raman. «Mientras que su rendimiento siempre será sustancialmente menor, puede funcionar durante horas cuando las células solares no pueden».
Fuente: ABC