El concepto surgió a raíz de un artículo de los 60 del físico teórico y matemático, Freeman Dyson, que proponía diseñar una estructura que rodease las estrellas en la que viviesen las civilizaciones, dejando atrás los planetas.
Las placas solares se nos quedan pequeñas para sacar energía renovable aprovechando la luz solar que llega a la Tierra. A medida que se acrecenta la necesidad de recoger energía para alimentar a una civilización cada vez más tecnológica, se requiere sistemas más complejos y grandes. Un proyecto que podría suplir esta necesidad es la esfera de Dyson, que no se ha llevado a cabo y solo es una teoría, pero de convertirse en una realidad sería la megaconstrucción más imponente que una civilización podría desarrollar.
El nombre del proyecto se debe a Freeman Dyson, un físico teórico y matemático anglo-estadounidense, que propuso el concepto en un artículo científico publicado en 1960. El autor explicaba que su idea de recolectar energía directamente de la estrella local de la civilización (para los terrícolas se trata del Sol) para recargar la tecnología que se estaba desarrollando y que, con el paso de los años, ha ido avanzando a pasos agigantados.
En vez de utilizar placas solares, Dyson proponía crear una megaconstucción que rodease la estrella para obtener la mayor cantidad de energía aprovechable desde la superficie terrestre. Según un artículo de Universe Today, la energía que produce el Sol es suficiente para suplir mil millones de veces las necesidades energéticas actuales de la humanidad.
El concepto de Dyson no era especialmente realista porque, como se ha mencionado, implicaría construir una estructura gigantesca capaz de rodear la estrella del Sistema Solar y que, además, fuese resistente. La esfera que el teórico proponía tendría que estar fabricada con materiales y recursos que se escapan de las capacidades tecnológicas humanas actuales, que implicaría destrozar planetas y acabar con toda posibilidad de vida ahí.
Dyson señalaba que, para crear la esfera, la tecnología debería haber evolucionado tanto como para crear una biosfera artificial que rodease su estrella madre. Este espacio sería donde se trasladarían los humanos y, por lo tanto, no importaría terminar con la vida en la Tierra y dejarían de haber preocupaciones por la escasez de energía.
Todo es una teoría, sin embargo, otros autores llegaron a pensar en más aspectos, como que la megaconstrucción atenuaría la luz de la estrella para observadores cósmicos distantes, en el caso de que hubiese vida inteligente en otros planetas buscando más vida inteligente. «Si los telescopios infrarrojos detectan un objeto cálido, pero no aparece nada en las longitudes de onda visibles, podría ser una esfera de Dyson», apuntaba Carl Sagan sobre el concepto.
Un equipo liderado por Jason Wright, profesor de astronomía y astrofísica de la Universidad de Pensilvania, quiso indagar más en el asunto, ante la probabilidad de que otras civilizaciones hubiesen creado esferas de Dyson. Los investigadores usaron datos recogidos por el Telescopio Espacial Spitzer y del telescopio espacial WISE (Wide-Field Infrared Survey Explorer) para intentar detectar estas posibles bioesferas gracias a las mediciones del espectro infrarrojo.
Aunque una esfera de Dyson para los terrícolas nos resulte algo inviable en la actualidad, en Star Trek Next Generation sí que llegan a reflejar la idea del físico teórico de los 60. En un episodio, la nave Enterprise se acerca a una megaestructura que emite radiación infrarroja, pero que es opaca, y Jean-Luc Picard cita a Dyson y su artículo para ilustrar al resto de la tripulación.
Fuente: https://www.20minutos.es/tecnologia/actualidad/megaconstrucciones-teoria-esfera-dyson-recolectaria-energia-directamente-sol-5115986/