Un atlas permite conocer el potencial de esta fuente renovable en diferentes partes del planeta.
En un pequeño rancho en el norte de Argentina se encuentra la modesta casa de Hugo Zerpa. Alejado de todo, Zerpa es, además de agricultor y comerciante, un hombre que se las rebusca para encontrar soluciones innovadoras para mejorar su calidad de vida. Ha inventado su propia antena de televisor, mejorado sus sistemas de riego y su cocina para evitar humo dentro de su hogar, todo gracias a la energía solar.
En el medio de la nada, Zerpa avanza a pasos agigantados gracias a que, luego de sus tareas diarias, se dedica a investigar cómo hacer para tener una vida más «conectada», pero sin abandonar ese paisaje cobrizo que lo rodea. Nada de esto hubiera sido posible sin los paneles que se alimentan de día y mantienen la casa iluminada una vez que el sol se esconde detrás de los cerros.
Existen grandes y pequeños fanáticos de la energía solar. Desde edificios enteros que funcionan con paneles en sus enormes terrazas hasta convencidos como Zerpa que conocen los beneficios tanto económicos como medio ambientales de esta fuente renovable. Aunque todavía no explotada en su totalidad, la energía solar tiene gran potencial.
Así lo demuestra la herramienta “Global Solar Atlas” lanzada hace tan solo pocos meses por el Banco Mundial que, de manera gratuita y basada en los datos disponibles de la web, ayuda a los inversionistas y a los responsables de la formulación de políticas a identificar sitios potenciales para la generación de energía solar en prácticamente cualquier parte del mundo, con solo pulsar un botón.
¿Tiene mi pueblo natal potencial para la energía solar? ¿Vale la pena invertir recursos en mi ciudad para que los servicios públicos funcionen con la luz del sol? Todo se puede saber a la distancia de un clic.
El atlas muestra el potencial de energía solar promedio anual y tiene la capacidad de acercar a las áreas en gran detalle (con una resolución espacial de un kilómetro). También proporciona acceso a mapas globales y regionales de alta resolución y datos de sistemas de información geográfica, permitiendo imprimir mapas de carteles y utilizar los datos en otras aplicaciones.
Más allá del potencial económico para los inversores, esto ayudará a los gobiernos a ahorrar millones de dólares en su propia investigación al proporcionar una plataforma fácilmente accesible y uniforme para comparar el potencial de recursos entre los sitios de una región o de varios países.La energía solar no es una moda. En 2015, las fuentes de energías renovables superaron por primera vez al carbón en términos de capacidad de energía instalada acumulada en el mundo.
Según el Organismo Internacional de Energía, se agregó una capacidad sin precedentes de 153 gigavatios (GW) a través de energías renovables. La energía solar fotovoltaica —que incluye minirredes y paneles solares en los techos— representó casi un tercio (49 GW) de esa cantidad. En otras palabras, el año pasado se instalaron alrededor de 500 000 paneles solares cada día en todo el mundo.
Esta cifra va en aumento. De hecho, se prevé que la capacidad mundial de electricidad proveniente de fuentes de energías renovables aumente en un 42%, u 825 GW para 2021, y se espera que la energía solar desempeñe una función importante en el logro de esa meta.
Y América Latina y el Caribe no es ajena a esta tendencia. La mayoría de los gobiernos están investigando e invirtiendo en fuentes de energías renovables: la creciente demanda de electricidad, sumada al aumento de las emisiones por dióxido de carbono las convierten en una atractiva alternativa.
Este es el caso de Argentina que busca que el 20% de su energía provenga de fuentes renovables para 2025. Una de sus estrategias más sólidas tiene que ver con apoyar el desarrollo de energías renovables alentando la generación de electricidad a través de fuentes como el viento, el sol, la biomasa, el biogás y agua a través de pequeños aprovechamientos hidroeléctricos. Para ello, el Banco Mundial le ha otorgado una garantía de 480 millones de dólares que impulsará la inversión privada en el sector.
Y ahora tanto los inversores como los pobladores pueden conocer el potencial de la energía solar a través de este nuevo atlas. Nada mal para comenzar un negocio sustentable con el pie derecho.
Fuente:https://internacional.elpais.com/internacional/2017/07/19/actualidad/1500483798_224978.html