Klaus Töpfer, exministro alemán de Medio Ambiente, predecesor de Angela Merkel en dicho ministerio y exdirector del Programa de Medio Ambiente de la ONU, cree que la energía solar podría cambiar la economía mundial. La tecnología está permitiendo que la energía generada a través de las placas solares sea cada vez más barata. Los países del sur podrían ser los grandes beneficiados de la ‘Revolución de la Energía Solar’, explica este experto.
Töpfer explica en Project Syndicate, que «se está produciendo una revolución silenciosa de la energía solar. En noviembre, Dubai anunció la construcción de una planta de energía solar que producirá electricidad a un precio inferior a los 0,06 céntavos de dólar por kilovatio-hora».
En España, el precio del kilovatio hora regulado asciende a 0,124985 euros, sin impuestos incluidos, frente a la tarifa más barata de la región, encontrada en Hungría y consistente en 0,06475 euros. Aunque la comparación no es estrictamente precisa sí deja entrever los asumible que puede ser generar electricidad a través de energías renovables, sobre todo cuando se mejoren las técnicas de almacenaje energético con este tipo de fuentes.
Töpfer cree que la inversión de Dubai en energía solar «es un presagio más sobre el futuro de este tipo de energías que irán desplazando a los combustibles fósiles convencionales. Sólo en febrero Nigeria, Australia y la india anunciaron nuevos proyectos centrados en la energía solar», explica el experto alemán.
Y es que el coste de producir electricidad a través de la energía solar está caída libre. A día de hoy en muchas regiones del mundo el kilovatio-hora sale por unos 6 centavos de dólar. Se espera que para el 2050 el coste haya caído sobre los 2-3 centavos. La victoria de la energía solar sobre los combustibles fósiles se acerca, explica Patrick Graichen, director de Agora, un organismo que fomenta la transición hacia el uso de energía más limpia en Alemania.
Arma contra la pobreza
«No deberíamos subestimar el tremendo potencial del sol y el viento para construir riqueza y luchar contra la pobreza. A medida que los costes de la energía solar siguan cayendo, los países localizados en las zonas del mundo con más días de sol podrían desarrollar nuevos modelos de negocio con energías limpias», explica el exministro alemán.
Por otro lado, a diferencia de las plantas de energía convencional, las instalaciones solares se pueden construir en meses, lo que permitiría a estos países adaptarse a la demanda de energía de forma rápida y barata. Además, estos países bendecidos por los rayos del sol podrían comenzar a exportar energía al resto del mundo.
Aunque para ello deben mejorar las condiciones de financiación que se dan en estos países: «La energía solar es a día de hoy más barata en la nublada Alemania que en la mayoría de las regiones más soleadas del mundo, donde los costes de financiación son mucho más elevados», explica Töpfer.