PORTLAND, Oregón, EE.UU. —
Una nueva planta de energía renovable que combina energía solar, eólica y enormes baterías para almacenamiento de la electricidad generada que se inaugurará en Oregon es la primera de su tipo en Norteamérica.
El proyecto, que a su máximo poder generará suficiente electricidad para alimentar una ciudad pequeña, responde a un reto clave que enfrenta la industria de servicios públicos en Estados Unidos en su transición de los combustibles fósiles hacia la energía solar y eólica. El viento y el sol son fuentes limpias de energía, pero las compañías de electricidad se han visto a cubrir brechas con combustibles fósiles como carbón y gas natural cuando el viento no sopla o el sol no brilla.
En la planta en Oregon, enormes baterías de litio almacenarán hasta 120 megavatios-hora de electricidad generada por las granjas eólicas de 300 megavatios y la granja solar de 50 megavatios, para ser usada a demanda en la red de electricidad. En su producción máxima, la planta producirá más de la mitad de la electricidad que fue generada por la última planta de carbón en Oregon, que fue demolida este mes.
El almacenamiento de electricidad in situ no es algo nuevo y el interés en proyectos de energía solar y baterías en especial ha subido con dificultad en Estados Unidos, debido a incentivos y exenciones fiscales, combinados con la declinación del costo de las baterías. Pero la Wheatridge Renewable Energy Facility en Oregon es la primera en Estados Unidos en combinar energía solar y eólica con almacenamiento en baterías en una misma localidad, lo que le da aún mayor flexibilidad para generar electricidad continuamente sin depender de combustibles fósiles para cubrir los huecos.
El proyecto “se está acercando más y más a tener algo con un perfil de generación muy estable, como el que asociamos tradicionalmente con las plantas eléctricas basadas en combustible”, dijo Jason Burwen, vicepresidente de almacenamiento de energía en la American Clean Power Association, un grupo de apoyo a la industria de energia limpia.
“Si la generación solar está funcionando y llega una capa de nubes, la batería entra en funciones y eso garantiza que la producción sea ininterrumpida. Al caer el sol y entrar en línea la generación eólica, la batería garantiza que la transición sea fácil y, para el operador de la red, no ocurra nada inusual”.