22 de diciembre de 2024

Un viento a favor para Argentina: con energía eólica, se podría triplicar la generación de electricidad.

Así lo determinó un estudio de la FAUBA. Solo en el primer semestre de 2022, las importaciones de energía representaron un desembolso de U$S 6.609 millones.

Argentina puede triplicar su capacidad de generar electricidad a partir de la energía eólica, de acuerdo a una investigación de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA).

De esta manera, sostuvieron que es posible establecer parques eólicos en casi la mitad del territorio nacional y que con ubicarlos en los 42.000 kilómetros cuadrados con mejores condiciones —un 3% de la superficie nacional— se podría generar tres veces la demanda eléctrica nacional. 

Esta información permite elaborar estrategias en dos direcciones. Por un lado, para producir más electricidad de manera ‘limpia’ a partir del viento y también analizar la posibilidad de exportarla. A nivel mundial, la energía eólica aporta el 5,90% de la electricidad. Si bien en Argentina la proporción es mayor —casi 8,5%—, es un valor bajo en función de nuestro enorme potencial eólico. 

La generación de energía eólica permitiría generar un alivio en la economía y generar un ahorro considerable en materia energética. Solo en el primer semestre de 2022, las importaciones de energía representaron un desembolso de U$S 6.609 millones.

EL MAPA DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES

En 2021, un 13% de la energía argentina provino de fuentes renovables, y dentro de ese grupo, la eólica representó casi un 75%. “Su aporte va a ser cada vez mayor en este contexto de cambio climático y por eso, es clave estudiar cómo hacerla crecer de la manera más sustentable posible”, explicó Matías Franke a partir de su tesis de Licenciatura en Ciencias Ambientales de la FAUBA.

Las áreas con mejores condiciones se concentran en dos zonas, que son el sur de la provincia de Buenos Aires y el límite entre Santa Cruz y Chubut, en el golfo de San Jorge, según explicaron desde la casa de estudios.

Sebastián Aguiar, docente de la cátedra de Dasonomía de la FAUBA, enumeró ventajas y desventajas de esta tecnología. “Las energías alternativas no están exentas de problemas ambientales, se requieren muchos recursos para generarlas e instalarlas, y en estos procesos también se emiten gases de efecto invernadero“, sostuvo. Y agregó: “Además, hay que considerar su alto costo de almacenaje y en general, su oferta no coincide con los momentos de mayor demanda”.

Más allá de esta explicación, consideró que se están desarrollando tecnologías para resolver esta cuestión, como, por ejemplo, el denominado “hidrógeno verde”, que es una forma de almacenar y transportar la energía eólica.