21 de noviembre de 2024

Esta es la isla que ya funciona al 100 % con energía renovable.

Una central que no contamina proporciona servicio eléctrico las veinticuatro horas del día.

Playas paradisíacas y clima de ensueño: 30 grados en enero y 33 en julio, bañado por un mar cuyas temperaturas varían entre los 26 y los 29 grados. Es la descripción, a muy grandes rasgos, de la isla de Saona, en la República Dominicana. Pero esta pequeña población de apenas 600 habitantes no es noticia por su ambiente idílico, sino porque es un territorio que se abastece 100 % de energías renovables.

Saona funciona gracias a una planta completamente ecológica que ofrece suministro eléctrico continuado. Esta central, llevada a cabo por la Compañía de Electricidad de Bayahíbe (CEB), se ha convertido en la primera y única del hemisferio con el total de su energía renovable. Está integrada por una estructura de módulos fotovoltaicos que almacenan la energía en sofisticadas baterías y que proporcionan servicio eléctrico las veinticuatro horas del día.

Esto no solo convierte a Saona en pionera a nivel mundial en energía renovable, sino que además supondrá una mejora sustancial en las vidas de sus 600 habitantes, y es que hasta ahora no tenían ni luz ni agua potable.

Su economía también se verá revitalizada: los turistas, que no podían permanecer más de cuatro horas en la isla por la falta de energía en negocios y restaurantes, podrán de ahora en adelante pernoctar en el territorio de 110 kilómetros cuadrados.

Rolando González Bunster, presidente de InterEnergy Group, casa matriz de CEB, explica que la compañía podría replicar este modelo ejemplar y confiable de energía a otras zonas de República Dominicana y otras islas en el mundo para favorecer el desarrollo de tecnología limpia.

Modelo a seguir

Este es el modelo que buscan implantar muchos países a medio o largo plazo. Una sociedad que se autoabastezca y que lo haga a través de energías limpias. El caso de Saona se podría empezar a exportar, para empezar, a otras islas de tamaño y población similares, para después continuar por territorios de mayor envergadura.

El sistema de Saona estará controlado a través del prepago, de manera que los habitantes tendrán un mayor control de su consumo. Esta inversión viene acompañada, asimismo, de la reestructuración de las infraestructuras eléctricas de la escuela y de la policlínica de la isla, que dispondrán de energía gratuita para un mejor funcionamiento.