21 de noviembre de 2024

Basura que se transforma en energía

Mexico– Gammakat es una empresa que diseña, construye y equipa plantas de tratamiento de basura para convertir los desechos en energías limpias y renovables. En un año ha procesado más de 350,000 toneladas de basura.Una casa pequeña en un campo verde con animales de granja y una atmósfera poco contaminada son los recuerdos de la niñez de Uwe Rolli, un alemán que está revolucionando el tratamiento de la basura en México. Lo hace a través de su transformación en energías limpias o renovables.

Desde hace 10 años junto con su socio Oliver Hoffman crearon una alternativa para reutilizar la basura y así reducir el impacto ambiental. Se trata de Gammakat, una empresa que aprovecha hasta el 96% de los desechos que se generan diariamente para producir energías como electricidad, diesel, gas, vapor y calor.

Su empresa diseña, construye y equipa con tecnología mexicana y alemana plantas de tratamiento para que empresas del sector industrial que tienen concesiones de basura y ayuntamientos a fin de que conviertan sus desechos en su propia fuente de energía.

Una planta para uso industrial procesa más de media tonelada de basura al día, mientras que un municipio tiene una capacidad mínima de procesamiento de 50 toneladas. Cuando se instala una planta de Gammakat, un cliente puede ahorrar hasta un 40% en costos de energía.

El procedimiento que utilizan para producir la energía es estandarizado, y comienza con el reciclaje de los desechos para extraer aquéllos materiales que no son aptos, como metales y minerales. Después, dependiendo de la energía que se va a generar, se siguen diferentes paso.

Por ejemplo, para elaborar diesel sintético, se lleva a cabo un proceso de despolimerización catalítica sin presión, que consiste en la trituración molecular de los desechos sólidos, excepto minerales y metales, para convertirlos en petróleo crudo sintético.

Después, este petróleo pasa por un proceso de refinación para convertirlo en combustible, y finalmente puede utilizarse para encender un coche. Todo este procedimiento lo realiza una turbina que no utiliza combustible para funcionar. En su lugar, requiere calor que es generado por una fricción.

Aterrizar en México
A principios de la década de 1990 Uwe llegó a México, donde se  percató del grave problema que representa la basura. En el país al día se generan 86,000 toneladas de desechos que en un 87% terminan expuestos al aire libre, causando afectaciones a la salud y al ambiente, señalan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Una tonelada de basura genera 1.8 toneladas de CO2, uno de los principales causantes del calentamiento global, y lo peor es que el reciclaje de basura en México no supera el 4%, de acuerdo con XXX.

La idea del negocio surgió en 2008, después de que Uwe descubrió una tecnología alemana que podía hacer diesel a partir de los desechos, y que intentó promover en otros países sin tener éxito, “se reuhsaban a incorporarla porque el costo de inversión era muy elevado”, recuerda. Pero cuando supo que Oliver estaba desarrollando la primera planta de reciclaje en Yucatán, le propuso que sumaran esfuerzos para poner en marcha esta tecnología alemana en México.

Pero fue sino hasta 2013 cuando Uwe y Oliver decidieron fundar Gammakat con la idea de tener su propia planta para elaborar diesel. Hicieron una primera inversión de 8 millones de pesos propios y decidieron incubar su idea en Startup México campus Mérida y más tarde en Unreasonable Institute en Aguascalientes.

Sobreponerse al primer fracaso
La realidad es que era un proyecto poco viable porque requería mucha inversión. “No funcionó. La inversión mínima era de 2.3 millones de dólares y no la conseguimos, era difícil para una empresa que no tenía historial bancario”, revela Uwe.

Ante esta dificultad, los emprendedores pivotaron el modelo y diversificaron el servicio para brindarlo a otras empresas, en lugar de esperarse a tener su propia planta. Y ese es el mayor acierto que ha tenido este emprendimiento, considera Marcus Dantus, director de Startup México y uno de los tiburones de Shark Tank México.

El especialista advierte que los emprendedores deben escuchar a su mercado todo el tiempo, estar dispuestos a darle lo que necesitan, y ser flexibles con el plan inicial para adecuarlo a lo que pide la industria y el público meta.

La falta de capital también retrasó el despegue del negocio. Uwe confiesa que estuvieron cinco años estancados, buscando inversión externa, sin generar ingresos y sin crecer. Gammakat estuvo a punto de quebrar a finales de 2016. Durante ese tiempo se dedicaron a desarrollar diferentes investigaciones que sostuvieron con recursos propios e incluso Uwe tuvo que vender su coche para poder subsistir.

La primera inyección de energía
Pero en 2017 la vida dio un vuelco. A los fundadores de Gammakat los presentaron con Grupo CIP, una empresa mexicana de gestión integral de residuos sólidos urbanos y generación de energía, para la que construyeron una planta en Puebla. A partir de ese momento la startup se energetizó y comenzó a atraer a más clientes.

Ese mismo año generó más de 20 millones de pesos en ventas, instaló una planta más en Baja California, y otra en el estado de México, procesando 350,000 toneladas de basura que evitaron la emisión de 560,000 toneladas de CO2. Gammakat también logró representar a México en la final de The Venture en mayo de este año, el concurso global que lanzó Chivas Regal para apoyar a emprendedores sociales con una bolsa de 1 millón de dólares.

Uwe reconoce que no es que su tecnología no produzca contaminantes, sino que lo hace en menor medida. “Nuestros combustibles reducen en 75% las emisiones en comparación con los combustibles generados a partir de los hidrocarburos”.

El siguiente paso para esta empresa es crecer y escalar, pero “deben seguir atentos a lo que exija el mercado”, dice Lizbeth Zumarraga, directora de Startup México campus Mérida. Gammakat planea robustecer su modelo en los próximos meses con una planta propia, y entrar a nuevos mercados a nivel internacional. Ya tiene proyectos en puerta en El Salvador y en Panamá. Uwe advierte: “el fracaso es necesario para poder mejorar y avanzar, pero fracasa honestamente, asume tus errores, aprende y sigue adelante”.

Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/316375

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