Nucleoeléctrica Argentina (NASA) informó que concluyó la obra del almacenamiento en seco para el combustible gastado en la operación de Atucha I. Se trata de un trabajo central para poder encarar la extensión de la vida útil de la central nuclear, que permitiría ampliar el horizonte de uso durante veinte años más.
«La obra de almacenamiento es clave para la continuidad de operación de esta instalación, que genera energía eléctrica para un millón de personas. Se trata del primer proyecto que concretamos del plan estratégico 2021-2030», indicó a Página/12 el ingeniero José Luis Antúnez, presidente de NASA.
Combustible
Los combustibles de uranio de las centrales atómicas siguen desprendiendo energía y calor una vez que se dejan de usar. Para evitar que los combustibles se fundan, una vez que salen del reactor se trasladan a la pileta de agua de almacenamiento. Después de un cierto tiempo, los combustibles de más edad generan una cantidad de calor lo suficientemente baja como para hacer almacenamiento en seco. La transferencia de combustible de húmedo a seco permite hacer lugar en el almacenamiento húmedo para contener el nuevo combustible que usa la central.
La obra que ahora se completó consiste en el primer centro de almacenamiento en seco del complejo de Atucha y el segundo del país, ya que la central Embalse ya cuenta con uno. El depósito nuclear consiste en un edificio nuevo adosado e integrado al edificio existente de la Casa de Piletas de la planta, en el que se instalaron 316 silos. Esto permite albergar 2.844 elementos combustibles.
«Completada la construcción del edificio de almacenamiento y terminadas las instalaciones electromecánicas, se inició el pasado 27 de agosto de forma exitosa el traslado de los elementos combustibles hacia el edificio, en el cual quedarán alojados», informó NASA. La obra tuvo una inversión de aproximadamente 6 mil millones de pesos.
«Como el combustible continúa generando energía, no es imposible pensar en que el día de mañana se pueda reutilizar en otro tipo de reactor. Esto ya sucede en Japón y Francia. Sería como aprovechar los gases que suelta el caño de escape de un auto para que vuelvan a mover otro motor», explica Antúnez.
Extensión
«La obra del almacenamiento en seco es necesaria para la operación actual de la central e imprescindible para la extensión de la vida útil», indica el titular de NASA. Atucha I inició su construcción en junio de 1968 y comenzó a generar energía en 1974. La central ya culminó con su vida útil de diseño, aunque en su momento se hicieron estudios y la Autoridad Regulatoria permitió continuar la operación entre 4 y 5 años más. Actualmente cuenta con una potencia eléctrica bruta de 362 megavatios eléctricos.
El proyecto de extensión de la vida útil de Atucha I replica más o menos el proceso que se llevó a cabo con Embalse. La intención es tratar de operar unos veinte años más de calendario, quince años más de plena potencia. Para ello, en 2024 se tendría que frenar la operación y hacer un mantenimiento prolongado de dos a tres años.
Antúnez detalló que el proyecto de extensión de vida útil de Atucha se va a financiar mediante la emisión de un bono cuyo repago está atado a la venta de energía eléctrica por parte de Atucha a Cammesa. «Es un esquema similar al que utilizamos, con gran éxito, para la extensión de vida de Embalse y la finalización de Atucha II», indica el titular de NASA.
«Para el componente importado –agrega Antúnez– la intención es conseguir financiamiento internacional. Esto lo podemos hacer, a pesar de la difícil situación del país en esta materia, porque NASA pagó religiosamente sus obligaciones y tiene una excelente calificación de riesgo».
Industria nuclear
La obra impulsó la actividad en empresas nacionales proveedoras del sector nuclear, como Consulper, a cargo de terminaciones civiles, RAFA (montaje electromecánico), UZWIL (terminaciones de estructuras metálicas) y Tecniark (ingeniería de tableros).
También participaron las empresas Alsintec (ingeniería de procesos y control), Conuar (montaje de componentes de silo), Fuego Red (sistema anti incendio) y SECIN (construcción del contenedor que traslada los elementos combustibles al silo de almacenamiento).