La tecnología solar ha favorecido que en los últimos años hayan ido apareciendo otras empresas dedicadas al desarrollo de este tipo de embarcaciones.
Las embarcaciones eléctrico-solares neutras en emisiones, que no generan casi ruido, están en auge, y surgen como una de las opciones para luchar contra el calentamiento global en el sector náutico, abriéndose paso con empresas y entidades que ya apuestan por energías renovables, más respetuosas con el entorno y la biodiversidad.
Es una forma de “abandonar el uso de combustibles fósiles y contribuir en la lucha contra el cambio climático”, además el ruido que genera en el fondo marino es “prácticamente inexistente” y se evitan “derrames de aceite o gasoil”, ha destacado el responsable del programa marino de la ONG ecologista WWF, José Luis García Varas.
Así, García Varas ha puesto como ejemplo el WWF Solar, un catamarán que una fundación suiza -pionera en navegación marítima con energía solar-, les donó 12 años atrás y que actualmente utilizan para campañas de sensibilización (plásticos, consumo responsable de pescados, entre otras), de investigación o limpieza de fondos.
Gracias a la energía del sol, el WWF Solar, de 14 metros de eslora y capacidad de hasta 12 pasajeros, navega a una velocidad máxima de 7 nudos y tiene una autonomía de 18 horas aproximadamente, y funciona con dos motores eléctricos y 65 metros cuadrados de placas fotovoltaicas de 2×5 kWh.
Nuevos actores
La tecnología solar para embarcaciones, innovadora y respetuosa como el medio ambiente, ha favorecido que en los últimos años hayan ido apareciendo otras empresas dedicadas al desarrollo de este tipo de embarcaciones.
Una de ellas es Lasai, una compañía que se dedica, exclusivamente desde 2021, a la fabricación y comercialización de barcos que funcionan con energía eléctrica y solar, ya sean para uso recreativo o de ocio, en ríos, lagos o costa.
En concreto, su modelo marítimo, alcanza hasta 40 kWh de “energía embarcada” y cerca de 700 W de paneles solares, con velocidad de entre 15 y 17 nudos y autonomía de diez horas, aproximadamente, con recarga continua en días de sol.
“Consideramos que es muy razonable ir más despacio, disfrutando del trayecto sin ruido, sin humos, ni olores”, pero manteniendo la filosofía de “ser más cuidadosos con el entorno y con la sostenibilidad del planeta”, explica el consejero delegado de Lasai, Gari Tellería, en una entrevista con EFE.
Reducción de emisiones
En comparación con barcos tradicionales, según estimaciones, consiguen reducir “prácticamente una tonelada de dióxido de carbono (CO2) al año” y eliminar “emisiones de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno (NOx) y de partículas metálicas”, que también suelen proceder de la náutica.
Además, añade Tellería, incorporan “materiales orgánicos y reciclados”, con configuraciones “muy poco agresivas” con el entorno y la biodiversidad marina, lo que les permitirá cumplir con la aspiración de convertirse en pocos años en líderes europeos de la comercialización de barcos eléctrico-solares.
El astillero Metaltec Naval, que lleva 60 años en el negocio de los barcos, decidió innovar y desde hace ocho años incluye la energía solar en sus embarcaciones.
El director de Metaltec Naval, Enrique Arriola, comenta a EFE: “Somos autosuficientes energéticamente porque consumimos lo mismo que producimos con nuestros paneles solares”.
Su flota solar destaca por sus “8 horas de servicio, el silencio” a bordo, una velocidad de 5 a 6 nudos, una capacidad de hasta 120 pasajeros y la fabricación de ellos a partir de “aluminio reciclable”.
Sin ruidos
Además de la tecnología y el respeto por el medio ambiente, “hemos aplicado una dimensión cultural” en este modelo que es “una obra de arte”, ya que está customizado por el pintor, escultor y diseñador Óscar San Miguel, conocido como Okuda, un artista local de “dimensión internacional”.
“Ya empieza el mercado a tener mucho interés por este tipo de embarcaciones”, según Arriola, quien ha remarcado que esperan que “empiece a rentabilizarse”.
El responsable del programa marino de WWF ha identificado, además de las inversiones en energía solar, otras como la mareomotriz y eólica -que pueden combinarse entre sí-, entre las soluciones más esperadas y respetuosas con el medio ambiente.
“Se están empezando a desarrollar proyectos para intentar descarbonizar este sector”, ya se ha visto un “importante avance en Barcelona, Baleares, entre otros lugares” y “no hay vuelta atrás, la sociedad es cada vez más consciente” sobre los cuidados de ambiente, ha concluido.