Un inventor de Sagunto está desarrollando un sistema de transmisión por palancas con un mecanismo para tenerenergía de acequias, ríos o el mar.
El ingenio puede surgir en cualquier parte, más si se acompaña de perseverancia y pasión y José Martínez es un ejemplo de ello. Este inventor de Sagunto (Valencia), lleva más de una década desarrollando un sistema de transmisión por palancas que puede usarse para obtener energía de pequeñas acequias con gran eficiencia. Una inovación que se está estudiando para aplicar al mar y recolectar también la energía de las olas, entre otras aplicaciones.
En plena crisis energética el uso de sistemas renovables está adquiriendo especial relevancia. Pero generar electricidad de forma más eficiente y barata de los ríos, las olas del mar, el viento o el sol, pero no siempre es fácil. La Universidad Politécnica de Valencia y otras empresas están colaborando con este ávido inventor valenciano para sacar todo el potencial a las ideas que surgen de su cabeza.
‘Danza’ de palancas
Martínez es un inventor incansable, lo demuestra en su conversación con EL ESPAÑOL – Omicrono resumiendo con agilidad en menos de 10 minutos los muchos prototipos nacidos de su ingenio y todos los años que ha dedicado a su pasión. De profesión mecánico, y sin formación universitaria, «todo lo que él está desarrollando lo hace por prueba y error». explica a este periódico Javier Aparisi, profesor Asociado de la Universitat Politècnica de València, que ha trabajado con los prototipos de José desde hace años.
«Igual una semana tiene un prototipo y pasados 20 días lo ha desmantelado y te ha montado otro». Desde su taller, José no espera que la ciencia apruebe sus inventos para seguir mejorándolos y probando las modificaciones que pasan por su cabeza. Como esta noria en la que las palancas bailan en sincronía transmitiendo la energía de un punto a otro de la máquina.
La colaboración entre Martínez y Aparisi se fraguó hace 10 años, cuando uno de los prototipos desarrollados por el primero llegaron a manos del segundo y a otro equipo de investigadores de Valencia. El inventor imagina la máquina y la fabrica, sin planos ni cálculos, de eso se encargan los ingenieros más tarde. «Al principio no me entienden y cuando ven la creación, entonces ya lo hacen mejor que yo», asegura José refiriéndose a que los investigadores elaboran los planos y calculan la eficiencia de su nuevo prototipo.
En estos momentos dos de los modelos nacidos de la mente de José Martínez aspiran a demostrar todo su potencial: el primero es una noria para extraer la energía de pequeños riachuelos que también quieren aplicar al mar y el segundo es un curioso sistema «multiplicador de energía» aún en pruebas.
El primero, aunque podría aplicarse en vehículos como coches o barcos, también se estudia para fuentes renovables como las aguas de acequias y rios. Se trata de un mecanismo que convierte el sistema lineal en circular. Las palancas que suben y bajan crean con la fuerza del agua el movimiento lineal. Después la energía se transmite por el sistema hasta convertirse en un movimiento circular como el de los aerogeneradores tradicionales.
Explicado con las propias palabras del inventor: «la palanca se conoce como ‘dame un punto de apoyo, te moveré el mundo’, pero no se conoce a nivel de potencia. Entonces yo lo que he hecho es una combinación de palancas con ruedas libres que son los piñones de la bici, rodamientos de rueda libre».
En el historial des este inventor también se pueden encontrar diseños de bicicletas, fruto de esta experimentación constante nace este nueva modelo de transmisión de energía que promete reducir el procentaje de energía que pierden otros modelos. «He creado una combinación de movimiento que cuando sale la energía no tiene picos», asegura.
Energía undimotriz
Tras analizarlo, el equipo de la politécnica mejoró el diseño hasta obtener una eficiencia del 50%, es decir, la energía que transmite la máquina pierde solo un 50% de la energía inicial, mientras que en otros sistemas como la transmisión de los coches, la perdida puede alcanzar el 70%.
Ambos desarrolladores coinciden en enfocar el sistema en uso dentro del agua. Mientras Martínez hace pruebas de su máquina en una pequeña acequia y las muestra en sus redes sociales, Aparisi la traslada a las olas del mar. El investigador de la Politécnica de Valencia quiere convertir esta idea en energía undimotriz, adaptando el diseño que el de Sagunto estudió hace años.
Para ello se conectan unas boyas o palancas colocadas en el mar con el sistema desarrollado por Martínez, después con una caja multiplicadora para ganar velocidad y, por último, conectado a un generador de electricidad. De momento, están desarrollando el prototipo y no pueden dar más indicaciones por seguridad hasta presentar la patente.
La energía undimotriz ya se está aplicando en España en puntos como Valencia o Mallorca con diferentes sistemas, por ejemplo con el impulso de brazos hidraulicos conectados a unos flotadores como el que se muestra en la imagen superior. El sistema de palancas que propone Javier tendría una funcionalidad similar, pero la clave estaría en la eficacia que consigan.